Podían ser otros: a Pamplona le sobran nombres destacados de los que sentirnos muy orgullosos. Pero, sin ninguna duda, estas cuatro mujeres y estos cuatro hombres también han hecho méritos para poder representarnos. Más que de sobra. Y, sobre todo, encarnan los valores con los que queremos dotar a la nueva marca-ciudad en el momento de su presentación: gente abierta, inquieta, honesta, discreta, sensible, comprometida. Gente de verdad. Por esa razón, van a ser nuestros embajadores y nuestras embajadoras.